Redefinición del arco mandibular
¿Qué es la redefinición del arco mandibular con ácido hialurónico?
La marcación de mandíbula con ácido hialurónico redefine la línea de la mandíbula y le da la curvatura deseada al arco mandibular, perfeccionando la forma del óvalo facial del paciente mediante la aplicación de pequeñas dosis de ácido hialurónico en puntos previamente estudiados y marcados por un equipo médico especialista.
Lo habitual es que los hombres busquen una forma marcada y cuadrada en su mandíbula que le dé fuerza y vitalidad a su expresión facial y un aspecto más atractivo a su rostro.
Tratamiento
El tratamiento de redefinición del arco mandibular con ácido hialurónico se basa en inyectar ácido hialurónico en puntos determinados del arco mandibular para corregir imperfecciones y darle más luminosidad y un aspecto joven y revitalizado.
La marcación de mandíbula con ácido hialurónico es un tratamiento muy cómodo y totalmente indoloro. No causa ningún tipo de efecto adverso al paciente y no es en absoluto invasivo, pudiendo realizarse en una sola sesión sin necesidad de hospitalización ni más anestesia que la aplicación de crema anestésica.
Los resultados de la redefinición del arco mandibular con ácido hialurónico se aprecian inmediatamente y duran aproximadamente un año. Además, el paciente podrá recuperar su ritmo de vida habitual en el mismo día de la sesión de aplicación.
Beneficios
- No se realiza con cirugía y solo se necesita crema anestésica.
- Se lleva a cabo en una sola intervención ambulatoria de pocos minutos.
- Es un tratamiento indoloro y cero invasivo.
- No causa efectos adversos negativos.
- Garantiza resultados inmediatos y duraderos (aproximadamente un año).
- Soluciona las imperfecciones del arco mandibular.
- Perfila el óvalo facial, dándole un aspecto más armónico y juvenil.
- Dota a la mandíbula de la forma deseada.
- Aumenta la confianza y la autoestima del paciente.
Postratamiento
La redefinición del arco mandibular con ácido hialurónico no es en absoluto invasiva, por lo que permite al paciente retomar su actividad habitual inmediatamente sin necesidad de llevar a cabo más cuidados de postratamiento que no realizar deporte y evitar en la medida de lo posible durante las 24 horas posteriores a la intervención rozar la zona tratada.
